AMBIGÜO: FELICIDAD Y NOSTALGIA EN UN MOMENTO...

29-02-2016; 02:30 pm

Hola bebé:

Ignoro si esta misiva la leerás alguna vez, si no, al menos otras tantas personas lo harán porque será pública.

Hace unas horas me enteré que ya existes y te estás formando dentro de tu madre. Aunque no eres propiamente mi hija/o, me emocioné mucho, tu madre fue como mi hermana, mi hija y más tarde hasta mi enfermera cuando tu bisabuela estuvo muy enferma en el hospital durante un tiempo considerable. A su tiempo sabrás esa historia.

Ignoro si vayas a ser niño o niña, independientemente del género que tengas debo confesar que en estos momentos pido al Supremo que seas una damita, pero, al fin no importa, sólo quiero que nazcas.

Te preguntarás por qué pido que seas niña, bueno, yo hubiese querido tener una, desafortunadamente en esta vida ese milagro no fue destinado para mí, y redundo, aunque no seas parte de mi creación, desde esta cama dónde me encuentro la mayor parte del tiempo, siempre estaré para ayudarles en lo que esté en mis posibilidades, a ti y a Joana y a todos mientras tenga vida y ustedes lo requieran.

Varios miembros de la familia y otros tantos leerán esto, y, por lo que te voy a contar, no quiero que sientan compasión o algo similar, más bien lo hago para que te convenzas que aquí estoy dispuesto para ayudar.

Al saber de tu existencia me llené de mucha alegría pero también regresó uno de los fantasmas que creí haber controlado muy bien, "la frustración paterna". Y es que si tú hubieras visto el ahínco con que preparaba mi vida para yo poder hacer mi familia.

Estudiaba para poder tener una solvencia económica, que no es lo único, ¡pero como ayuda!; era bastante precavido para no "regarla" (ese concepto a su tiempo se te explicará), vivía la vida al máximo para llegar muy bien preparado para mi momento porque al participar en la crianza de tus tíos y tu madre, comprendí que un hijo no es cualquiera tipo de responsabilidad. En fin, quería estar pleno para poder ofrecer lo mismo, no precipitado como tantas historias que al final terminan en malas condiciones.

Desafortunadamente tomé una mala decisión que cambió mi vida radicalmente y todos mis sueños y metas de esos tiempos se desmoronaron. Ahí aprendí que: "Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes".

Bueno, bueno, el punto es que ahora con los años que tengo, las batallas de la vida de las cuales he salido avante, los planes, metas y sueños que he cristalizado a pesar de mi discapacidad adquirida, me siento más capáz que nunca para ser una guía más en tu camino.

Naciste en la era de la tecnología, y aunque muchos kilómetros nos separan, la única distancia que tendremos será un "click". Búscame si me necesitas, yo aquí estaré mientras tenga vida, lo mismo va para ti Joana; yo me sigo preparándo para poder ofrecerles soluciones, esos serán los mejores consejos de mi parte.

Hasta ahora he comprobado que todo se puede en esta vida, sólo hay que estar dispuesto a esforzarse por lograrlo.

¡ARRIBA, ÁNIMO Y ADELANTE! CUENTAN CON UN SERVIDOR, AMIGO Y GUÍA.
LOS QUIERO...

Atte. Su tío-abuelo Christian Alberto Hernández Vargas