sábado, 24 de diciembre de 2016

CULTURA GENERAL

Hay una cosa que quiero que entiendas sobre los hombres.

Cuando usted ponga una foto suya semidesnuda en facebook, haciendo una pose sexy, mostrando los pechos, o acostada seductoramente en su cama, lo único que haces es que las personas tengan deseo sexual por ti.

Yo sé que vas a estar tan emocionada con los 500 likes, 120 comentarios por ahí de libros y los innumerables mensajes privados, que vas querer publicar cada vez más fotos para sentirte cada vez más en la cima.

Pero hay algo importante que usted necesita saber.

En realidad ninguno de esos tipos que les gusta,   comentan o envían mensajes privados te ama. Todo lo que ellos quieren es usarla y luego tirarla a la basura. Para ser honesto ninguno de ellos la llevaría a su casa para ser su esposa. Crea en mi, para ellos, no eres mas que una niña de programa en busca de popularidad barata en facebook.

Los hombres, ricos o pobres, admiran a las mujeres que se visten con decencia y se respetan. Una vestimenta decente, que no revela mucho su cuerpo, los lleva a amar y a respetarte. Esto nos dice que eres una mujer virtuosa, alguien a quien se puede llevar a casa para ser esposa y madre. Esto les dice que usted fue criada con principios morales y les da detalles de su buen historial familiar.

Ellos no se preocupan mucho por el maquillaje excesivo, una mujer digna de proponer matrimonio siempre se distingue del montón, no importa como.

Valora tu cuerpo, recuerda que para encontrar diamantes hay que escarbar, respetate, y un verdadero hombre te va a respetar de un modo u otro.

Mujer, no muestres tu cuerpo en Facebook, no sabes que clase de personas, ven tus cosas, eres una mujer bella, no necesitas fotos, ni mostrar tanto, eso es vulgar y fuera de lugar, conquista con tu simpatía, con tu educación, hazte valer.

✌✌✌ #CulturaGeneral #Mujer #Respeto

jueves, 24 de noviembre de 2016

LA PAZ

Cuando pensamos en la Paz, lo primero que se nos ocurre es la ausencia de guerra. Pero la Paz es mucho más que eso.

Así como la Siembra comprende una suma de tareas que incluye preparar la tierra, delinear los surcos, seleccionar las semillas, elegir el momento oportuno, hacer acopio de los materiales y herramientas que se van a utilizar, y no solamente el hecho de introducir las semillas en la tierra, la Paz también implica muchas cosas.

La Paz implica preparar el terreno para que no surjan circunstancias que la puedan poner en peligro.

La Paz necesita de la tolerancia, de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad, y también de la responsabilidad de los gobernantes, quienes tienen el destino de los pueblos en sus manos, para tomar decisiones acertadas que hacen al bien común.

La Paz se nutre de las buenas intenciones, de la educación, de la comunicación, del compromiso, del respeto.

La Paz se hace presente en cada momento del día, en el pan en la mesa, en la dignidad del trabajador que gana su sustento honradamente, en el trato cordial de un empleado público, en los jóvenes que se preparan para ser personas de bien, en el vuelo migratorio de las aves, en un niño que aprende a cuidar un árbol, en un abuelo que sonríe, en la primera siesta de un bebé, en la evolución del ser humano hacia su destino superior, en el progreso de la ciencia aplicada a la sanación, en el respeto por la Madre Tierra, por lo sagrado, por el río, por nuestros hermanos animales, por los primeros habitantes de estas tierras, por nosotros mismos...

Todo eso es La Paz...

Y tantas cosas más que podemos descubrir a cada instante... si tenemos la suerte de poder vivir en Paz.

lunes, 21 de noviembre de 2016

HOY PENSÉ EN DESTRUIRME, PERO SÓLO ME QUITÉ UNA MÁSCARA

Con antelación he visto publicaciones donde expresan que la vida íntima de las personas ajenas les vale m... a la gran mayoría; sin embargo, con está narración pretendo que se convierta en un testimonio de Vida y de Lucha para quien pueda servirle.
 
 
Hace unos minutos iba a destruirme, literal. Llegué, al fin, a tocar fondo (después de más de 11 años de renacido).

Después de algunos días muy difíciles, de peleas muy bélicas, cancinas y devastadoras con mi progenitora. Después de malestares de salud, de luchas internas con los demonios que me asaltan, después de más de una década de mantener una máscara de firmeza, resiliencia, de 'todo marcha bien con los que me rodean', de 'fingir y mentir que vivo en una cápsula de amor y acogimiento', de 'no mostrar mi furia cuando tengo tropiezos o cuando me entero de que me circundan muchos come santos y caga diablos', pero sobre todo de ser preparado desde pequeño y auto entrenarme hoy día para enfrentar el diario vivir (con sus respectivas decisiones y consecuencias) incluso a la muerte y 'no quebrarme', por fin llegó el momento donde me doblé.

Se preguntarán:
—¿Y este por qué publica en Conciencia Social Córdoba un tema muy personal?

Simplemente porque es mi testimonio de vida, de una Persona con Discapacidad.

¿Pasamos a los detalles?
Hoy tuve otra batalla bélica con mi madre, hasta ahora no comprendo porque sigo teniendo la sensación de que fue la peor, la más desoladora. Nos dijimos cosas sumamente hirientes, pero un servidor al traer mucho a espalda, "fue la gota que derramó el vaso", me dejó vacío totalmente.
Después de que terminó todo ella fue al mini supermercado que no está muy lejos y me quedé totalmente solo.
Como un torbellino muy destructor pensamientos, sentimientos (ira, frustración, tristeza, depresión, etc.), todo lo negativo, acudieron a mi encuentro en la soledad absoluta de mi casa. Yo quebrado desde hace ya un tiempo, pues, ya se imaginarán...

En mi recámara tengo una adaptación donde me ejército y de la cual penden un saco de golpeo y unas cuerdas a mi alcance; estas últimas tienen unos amarres en forma de aro para que ayudándome con mis muñecas (porque no tengo fuerza ni movilidad alguna en mis dedos) pueda movilizarme.

Cual Caballo de Troya mis demonios internos acometieron con estas armas a su favor y, cuando pasó mi cegador frenesí de depresión, me percaté que ya tenía la cabeza metida en uno de estos aros y en la orilla de mi cama dispuesto a aventarme.

Como el título dice, había tomado inconscientemente la decisión de destruirme pero, al volver a tomar la rienda de mi presente, me percaté que:

*Iba a ser uno más de los suicidas de mi colonia.
*Posteriormente (más rápido que tarde) iba a ser una noticia más, ridícula y olvidada en la sección policíaca de los diarios.
*NO sería una determinación COHERENTE para resolver los problemas.
*Según mi credo, NO LLEVARÍA A BUEN RUMBO A MI ESPÍRITU ya que estaría destruyendo el preciado templo que el Supremo me regaló.
*PERO SOBRE TODO, MIS ANHELOS, METAS Y ASPIRACIONES DE AYUDAR NO IBAN A SER CRISTALIZADAS Y HABRÍA VIVIDO EN VANO.

¿Por qué escribo esto?
Aquí en mi colonia ya han sido varios niños, adolescentes, adultos, masculino y femenino, los que se vieron envueltos en una situación de frenesí como la mía; ahora sé que al igual que yo no temieron a la muerte. Infortunadamente ellos no tuvieron el 'chispazo' de último momento de consciencia mental, sentimental y espiritual que el Padre Celestial, mi amor propio y mi compromiso y entrega social por contribuir, me regalaron para echarme para atrás.

Así que si te ves envuelto/a tocando fondo espero que el relato de esta Persona con Discapacidad te llegue a tiempo como una herramienta para que eches atrás y mi frase también te sirva de inspiración para continuar:

"Arriba, Ánimo y Adelante, que si yo pude, Tú Puedes Más"

domingo, 2 de octubre de 2016

¿TE HAS PREGUNTADO QUÉ ES AMAR?

"Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo y a su manera; apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por ser como tu desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas, más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano".

FUENTE: Anónimo

viernes, 30 de septiembre de 2016

¿DAR O RECIBIR?

Para ti qué es lo que más importa, ¿Dar o Recibir?
Te invito a que analices y medites acerca de esta reflexión que nos ofrece Dale Galloway y tengas la conclusión más objetiva, sin prejuicios, y beneficiosa, según tus convicciones.

El pequeño Chad era un muchachito tímido y callado. Un día, al llegar a casa, dijo a su madre que quería preparar una tarjeta de San Valentín para cada chico de su clase. Ella pensó, con el corazón oprimido: "Ojalá no haga eso", pues había observado que, cuando los niños volvían de la escuela, Chad iba siempre detrás de los demás. Los otros reían, conversaban e iban abrazados, pero Chad siempre quedaba excluido.

Así y todo, por seguirle la corriente, compró papel, pegamento y lápices de colores. Chad dedicó tres semanas a trabajar con mucha paciencia, noche tras noche, hasta hacer treinta y cinco tarjetas.

Al amanecer del Día de San Valentín Chad no cabía en sí de entusiasmo. Apiló los regalos con todo cuidado, los metió en una bolsa y salió corriendo a la calle. La madre decidió prepararle sus pastelitos favoritos para servírselos cuando regresara de la escuela. Sabía que llegaría desilusionado y de ese modo esperaba aliviarle un poco la pena. Le dolía pensar que él no iba a recibir muchos obsequios. Ninguno, quizá.

Esa tarde, puso en la mesa los pastelitos y el vaso de leche. Al oír el bullicio de los niños, miró por la ventana. Como cabía esperar, venían riendo y divirtiéndose en grande. Y como siempre, Chad venía último, aunque caminaba algo más deprisa que de costumbre.

La madre supuso que estallaría en lágrimas en cuanto entrara. El pobre venía con las manos vacías. Le abrió la puerta, haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas.

-Mami te preparó leche con pastelitos -dijo.

Pero él apenas oyó esas palabras, pasó a su lado con expresión radiante, sin decir más que: -¡Ninguno! ¡Ninguno!

Ella sintió que el corazón le daba un vuelco.

Y entonces el niño agregó: -¡No me olvidé de ninguno! ¡De ninguno!

jueves, 21 de julio de 2016

EL ÁGUILA, LA LIEBRE Y EL ESCARABAJO

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, 
y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, 
suplicándole que le ayudara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara 
a su amiga. Pero el águila, despreciando 
la insignificancia del escarabajo, 
devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra.  Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera
que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus huevos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de estiércol, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus.

Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los
escarabajos.

MORALEJA
"Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte".

—Fábulas de Esopo—

jueves, 7 de julio de 2016

EMOCIONES TÓXICAS

Nuestras emociones están ahí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, ni cegar nuestra visión, ni robar nuestro futuro, ni apagar nuestra energía, porque, al momento de hacerlo, se volverán tóxicas.
Sanar nuestras emociones implica prepararnos a nosotros mismos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar una solución.
 
 
Por ejemplo, es normal que:

*Si te han estafado, sientas rabia, pero no que salgas a romper todo...

*Si te han traicionado, sientas decepción, pero no que no vuelvas a confiar nunca...

*Si te han humillado, sientas vergüenza, pero no que dejes de correr riesgos...

*Si te han mentido, sientas desconfianza, pero no que sientas resentimiento...

*Si te han intimidado, sientas miedo, pero no que te detengas ahí...

*Si no te han amado, sientas rechazo, pero no que busques ser rechazado...

*Si has perdido o te has sentido frustrado en algo, sientas tristeza, pero no que permanezcas ahí caído...
 
 
Vivir significa conocerse, y ese conocimiento es el que nos permite relacionarnos con el otro y con nosotros mismos. Si escondemos nuestras emociones, las acallamos y las ocultamos pensando que de esta forma van a desaparecer, cometemos un error. Ellas seguirán estando ahí, sólo que se hallarán confinadas en una cárcel que a lo único que nos conduce es a la confusión, la apatía y la incredulidad afectiva.

—"Emociones Tóxicas"; Bernardo Stamateas—

jueves, 30 de junio de 2016

EL ÁGUILA, EL CUERVO Y EL PASTOR

Lanzándose desde una cima, 
un águila arrebató a un corderito.

La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, 
se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal 
conocimiento en el arte que sus garras se 
enredaron en la lana, y batiendo al máximo 
sus alas no logró soltarse.

Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.

Le preguntaron sus hijos acerca de que clase 
de ave era aquella, y él les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

 
MORALEJA:
Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que
realmente estás preparado, no en lo que
no te corresponde.

—Esopo—

jueves, 12 de mayo de 2016

¿A LA MIERDA TODO? MEJOR PENSAR ALTERNATIVAS ANTES DE DESMORONARSE

“Muerto el perro, se acabó la rabia.”
Refranero Popular


¿Alguna vez has estado tan hasta la madre que te han entrado ganas de cortar radicalmente con todo y con todos?
¿Has llegado a estar completamente harto, con unas ganas tremendas de mandarlo todo a la mierda?

De estos días que no aguantas más, te hierve la sangre, dices “¡hasta aquí hemos llegado!” y decides cortar por lo sano.
A mí me ha pasado. Bastantes veces. Que llega la gota que colma el vaso y mandas a algo – o a alguien – a chingar a su madre.
Y te quedas muy a gusto, más chingón que bonito, ¿eh? 

Aunque algunas veces me ha tocado penar después“igual no tenía que haber sido tan radical”.

Vamos a ver las ventajas e inconvenientes, y las alternativas posibles, de:


Mandarlo Todo a la Mierda

Mandarlo todo a la mierda es descalibrado.Es llevarte el péndulo al extremo, y ahí ya no es un péndulo, es una bola de demolición.
Es echarlo todo abajo. Borrón y cuenta nueva. Es quemar las naves como Hernán Cortés. Sin vuelta atrás.
Es la ausencia de alternativas. Es “como no sé adaptarme a esta situación, y sacar el mejor partido de ella, la reviento”.

Reventarlo todo es la Solución Obvia

 ¿Me permites que volvamos un momento a las matemáticas de la escuela?
Tienes una ecuación como 3X = 2Y . ¿Cómo resolverla? En matemáticas tienes la solución trivial: si X=0, e Y=0, da igual por cuánto multipliques, cero es cero.
Se le llama solución trivial porque es obviaNo hay que pensar mucho.
Pero no es la única solución. Tienes soluciones más allá de la trivial. Por ejemplo si X vale 2, Y vale 3, también se soluciona la ecuación. También se cumple para X=6,42 Y=9,63. En general para toda Y que sea 3/2 de X.
Pero la alternativa más obvia, más simple, más sencilla que resuelve la ecuación es la solución trivial. Anulas los factores, se resuelve la ecuación.
Obviamente si cortas con tu novio/a, se terminaron las discusiones de pareja.
Obviamente si te despides de tu trabajo, se terminó el trabajar en algo que no te gusta, las broncas con tus jefes y los incordios con tus compañeros.
Obviamente, si piensas que ahora mismo tu vida es una mierda, te parecerá una buena idea cortar con todo y con todos, empezar desde cero, resetear el sistema.
puede funcionar.
Pero quizás la alternativa más obvia no sea la mejor de las alternativas. Quizás no sea la que te acerca más a tus objetivos.
Tienes alternativas. La solución trivial no es la única solución.
Quizás tu relación de pareja podría mejorar, por ejemplo, qué actitudes tuyas contribuyen a las discusiones y a los roces. Cómo estás tú contribuyendo al bucle de fricción.
Quizás tu felicidad en el trabajo podría mejorar por ejemplo no prestando atención a aquellas cosas que te irritan pero no afectan directamente a tu trabajo. O quizás puedas hablar con tu jefe para intentar realizar tareas que se adecúen más a aquello que te gusta a ti hacer.
O en general cuando una situación te irrita quizás puedas dejar de quejarte y buscar excusas, y dejar de interpretar que la situación en la que estás es desagradable. Frases como “esto es una mierda” o“este culero es una mierda” son interpretaciones de las situaciones que te rodean, mientras más las repites más te las crees, y te impiden ser feliz.
Cada problema es un mundo, y para solucionarlo puedes tener un montón de alternativas.
Mientras más amplia sea tu visión del problema, más alternativas serás capaz de ver.
Por el contrario, una persona con una visión de un problema cerrada o monolítica, posiblemente sólo pueda ver unas pocas soluciones. Quizás sólo una.
En este caso, la solución trivial, mandarlo todo a la mierda, cobra una relevancia especial. Cuando te va mal con tu pareja, la gente que normalmente no conoce todos los detalles de tu relación, ¿qué solución te suele aportar? La trivial: corta con tu pareja y te quitas de historias.
Una gran parte de la capacidad de resolver problemas es ser capaz de encontrar soluciones alternativas. El pensamiento creativo o, como dicen los americanos, “pensar fuera de la caja”.
Y otra gran parte es la experiencia o el conocimiento del medio. Mientras más experiencia tienes en un tipo de situaciones, más alternativas eres capaz de ver. Mientras más calibrada tienes una situación, menos necesidad tienes de recurrir a la solución trivial. Tienes muchos más recursos en tu caja de herramientas.
Por ejemplo, si yo me arruino, es una desgracia. Para cualquier persona normal, arruinarse es una desgracia, no cabe duda. Sin embargo, hay emprendedores y empresarios que se han arruinado varias veces y han conseguido recuperarse otras tantas. Cuando eres capaz de recuperarte de la bancarrota, arruinarte está lejos de ser algo que deseas, por supuesto, pero tampoco supone el fin del mundo.
Cuando controlas de algo, y tienes un problema, no estás obligado a mandarlo todo a la mierda.

¿Cúando es útil mandarlo todo a la mierda?

Pues básicamente cuando no te quedan más alternativas, o cuando es la mejor alternativa de todas las que tienes.
En mi caso, opino que es muy útil cortar de raiz aquellas situaciones que me provocan una poderosa reacción emocional.
Un ejemplo: una persona tiene un problema con el alcohol. Si se toma aunque sea una copa, su cuerpo y su mente le piden más, y no se puede tomar dos o tres y parar, ya caen cinco, seis o las que aguante.
Esa primera copa le provoca una reacción emocional que le hace perder el control. Si es así, entonces quizás sea apropiado mandar a la mierda al alcohol.
De la misma forma, mucha gente ha conseguido dejar el tabaco de un tirón. En lugar de dejarlo poco a poco, un buen día mandaron a la mierda al tabaco, lo exterminaron directamente de sus vidas. ¡Fuera!
Cuando un juego está amañado. Cuando estás dentro de un sistema en el que, hagas lo que hagas, sabes que tienes todas las de perder, también es una alternativa interesante el mandarlo a la mierda.
Si en la partida de poker están todos haciendo trampas contra ti, levantarte e irte es una opción perfectamente válida (la patada a la mesa es opcional).
En el maltrato en las parejas (tanto físico como psicológico) también se recomienda la solución nuclear: la primera vez que la otra persona te intenta poner la mano encima, o te intenta hacer sentir mal mediante la manipulación, ¡a chingar a su madre!
Porque esto crea una dependencia que se va reforzando cada vez más. Cuando alguien permite que otra persona le desmerezca, se va forjando una relación de codependencia, la propia autoestima va dependiendo cada vez más de la relación con la otra persona, entrando en un círculo vicioso.
Una forma de salir es desarrollando una Autoestima Incondicional. Y también, a esa persona que quiere tener el poder de hacernos sentir bien o mal, le podemos mandar a la mierda tranquilamente.
En todo lo que te provoca una reacción emocional fuerte, lo ideal es intentar encontrar la herida y sanarla.
Para que esa situación deje de provocarte una reacción emocional.
Para que te puedas tomar una copita porque te apetece, sin necesidad de que vengan veinte detrás. Para que no te duela que una persona del sexo opuesto te rechace. Para ver venir a la gente manipuladora y saber gestionarla sin que te invada la ira. Para poder detectar en una relación cuándo realmente has hecho algo mal, o cuando está la otra persona intentando manipular tu autoestima.
Para mí el sanar las heridas y gestionar las reacciones son los verdaderos cimientos del desarrollo personal. Y es algo que se puede trabajar con diversas técnicas de terapia, pero no es fácil de transmitir en un blog.
Así que en general, mi recomendación es que, si conoces qué tipos de situaciones te ponen en un estado emocional reactivo, las evites. Y que si hay determinadas cosas o personas que te llevan a esas situaciones, cortes con ellas de raíz. Las puedes mandar a la mierda tranquilamente.

Quemar las Naves

Otro factor importante es la Motivación a través de mandar las cosas a la mierda. Sí, esto es lo que se conoce habitualmente como Quemar las Naves, por Hernán Cortés que al llegar al nuevo mundo hundió sus naves para que sus hombres supieran que no había vuelta atrás.
Muchas veces a lo largo de mi vida muchas personas me han intentando convencer de quemar las naves en determinados proyectos.
Y yo siempre había pensado lo mismo: “no tiene el más mínimo sentido, ¡es totalmente absurdo!”
Quemar las naves es reducir voluntariamente tus alternativas.
Por ejemplo mandar a la mierda tu trabajo actual porque quieres darlo todo en tu nuevo proyecto empresarial.
Por ejemplo cortar la relación con tu familia y tus conocidos porque quieres reiniciar y comenzar completamente de cero.
No digo que en algún caso esto pueda ser útil, como en todo, en la calibración está la virtud.
Hay gente que ha obtenido muy buenos resultados lanzándose al vacío sin red. Y por supuesto, a los que les ha ido bien, lo recomiendan de todo corazón.
Pero a mí no me parece en absoluto una motivación sana.
Porque no te estás motivando porque de verdad te apasione lo que haces (que puede que sea así) ni porque creas que estás haciendo algo realmente importante (que también), sino porque no te queda otra.
Estás acorralado, arrinconado, no puedes ir hacia ninguna otra parte, sólo puedes ir hacia adelante.
Y sí, en ese caso lo vas a dar todo. Y sí, vas a dar el 200%, mucho mucho más de lo que darías si no hubieses destruido todas las demás alternativas. Aumentarás tus probabilidades de éxito…
¿Pero que pasa si no lo consigues? Imagina que lo has dado todo y más, pero estás en una situación en la que el resultado no depende de ti.
¿Entonces, qué?
La anécdota de Hernán Cortés queda fenomenal como ejemplo y en los cursos de motivación.  Pero no es tan bonito como lo pintan.
Para empezar no quemó las naves, las barrenó (les hizo agujeros y las volcó para hundirlas).
Para seguir, parece que la idea de Cortés no era impedir la marcha atrás de sus tropas en general, sino evitar la fuga de sus hombres que no apoyasen su rebelión frente al entonces gobernador de Cuba.
Pero aunque realmente hubiese sido una forma de dejar como única alternativa el seguir adelante y triunfar, lo realmente importante es: ¿se le ocurrió preguntar a sus soldados si esto les parecía buena idea? Por supuesto que no, la disciplina marcial no entiende de democracias.
Cortés, y otros militares antes que él que tuvieron similares ideas, utilizaron la quema de naves como técnica de manipulación para motivar a sus soldados.
A lo mejor al soldado no le hacía ni madres de gracia que le quemaran las naves y tener que verse abocado a triunfar o morir en el intento.
A lo mejor a ti también te interesa tener alternativas. Saltar al trapecio, pero con red. La dicotomía triunfar vs hundirte puede ser muy motivadora, pero también muy estresante.
¿Eres capaz de mantener una motivación sana y luchar al máximo por lo que quieres, porque lo quieres, porque disfrutas haciéndolo, porque consideras que el resultado vale la pena?
Entonces quizás no necesites quemar tus propias naves para intentarlo a tope.


Conclusiones

¿Qué podríamos sacar de todo esto?
Mi conclusión es que las soluciones radicales pueden funcionar: una solución radical sigue siendo una solución.
No siempre son necesarias: muchas veces tienes otras alternativas. La experiencia y la apertura de mente te pueden sugerir nuevos caminos.
Pero tampoco hay que descartarlas, porque en determinadas ocasiones te pueden resultar útiles.
Como siempre, en la calibración está la virtud.
(Me tome la libertad de adaptar a nuestro español mexicano) 

domingo, 8 de mayo de 2016

SERÉ CURIOSO

*¿Por qué se identifica a la coca con la cocaína?

*Si tan perversa es la coca, ¿por qué se llama Coca-Cola uno de los símbolos de la civilización occidental?

*Si se prohíbe la coca por el mal uso que se hace de ella, ¿por qué no se prohíbe también la televisión?

*Si se prohíbe la industria de la droga, industria asesina, ¿por qué no se prohíbe la industria de armamentos, que es la más asesina de todas?

*¿Con qué derecho los Estados Unidos actúan como policías de la droga en el mundo, si ese país es el que compra más de la mitad de las drogas que se producen en el mundo?

*¿Por qué entran y salen de Estados Unidos las avionetas de la droga con tan asombrosa impunidad? ¿Por qué la tecnología modernísima, que puede fotografiar una
pulga en el horizonte, no puede detectar una avioneta que pasa ante la ventana?

*¿Por qué jamás ha caído, en los Estados Unidos, ni un solo pez gordo de la red interna del tráfico, aunque sea uno solito de los reyes de la nieve que operan dentro de
fronteras?

*¿Por qué los medios masivos de comunicación hablan tanto de la droga y tan poco de sus causas?

*¿Por qué se condena al drogadicto y no al modo de vida que multiplica la ansiedad, la angustia, la soledad y el miedo, ni a la cultura de consumo que induce al consuelo químico?

*Si una enfermedad se transforma en delito, y ese delito se transforma en negocio, ¿es justo castigar al enfermo?

*¿Por qué no libran los Estados Unidos una guerra contra sus propios bancos, que lavan buena parte  de los dólares que las drogas generan? ¿O contra los banqueros
suizos, que lavan más blanco?

*¿Por qué los traficantes son los más fervorosos partidarios de la prohibición?

*¿No favorece el tráfico ilegal la libre circulación de mercancías y capitales?

*¿No es el negocio de la droga la más perfecta puesta en práctica de la doctrina neoliberal?

*¿Acaso no cumplen los narcotraficantes con la ley de oro del mercado, según la cual no hay demanda que no encuentre su oferta?

*¿Por qué las drogas de mayor consumo son,  hoy por hoy, las drogas de la productividad? ¿Las que enmascaran el cansancio y el miedo, las que mienten omnipotencia, las que ayudan a rendir más y a ganar más? ¿No se puede leer, en eso, un signo de los tiempos?

*¿Será por pura casualidad que hoy parecen cosa de la prehistoria las alucinaciones improductivas del ácido lisérgico, que fue la droga de los años sesenta? ¿Eran otros los desesperados? ¿Eran otras las desesperaciones?
 
 
—Eduardo Galeano; "Patas Arriba"—

viernes, 29 de abril de 2016

TRABAJA EN CONOCERTE

Ningún vínculo constructivo con los demás se puede establecer y fortalecer si no se apoya en una buena relación de cada uno consigo mismo. Y este concepto no es más que la mejor expresión de la necesaria cuota de sano egoísmo.

Un camino cuyo último paso coincidirá con la autorrealización, y cuyo primer paso no puede ser otro que el de conocerse, saberse, descubrirse...

• Des-cubrirse, es decir, quitar la cobertura que me impide verme.

de
• Animarme a dejar de lado las máscaras.

• Mostrarme ante mí y ante los demás tal como soy.

• Asumir la responsabilidad de todo lo que soy; que incluye todo lo que hago y todo lo que digo.

Conocernos es el primer paso si pretendemos dejar de pedirles a los otros que sean observadores de nuestra vida.

Conocernos consiste en tomarnos el tiempo de mirarnos interiormente, conectar con lo que creemos, con lo que pensamos, con lo que sentimos y con lo que somos, más allá de todo lo que a otros les gustaría.

Conocernos es empezar por el principio. Por la primera de aquellas tres preguntas existenciales que acompañan al hombre desde los tiempos más lejanos y que aparecen en todas y cada una de las culturas ancestrales:

¿Quién soy?

¿Adónde voy?

¿Con quién?

Tres preguntas que, como siempre digo, deben ser contestadas en ese riguroso orden, aunque sólo sea para impedir que sea mi rumbo el que determine quién soy y acabe volviéndome esclavo de mi camino. Tres preguntas que, respondidas en orden, una y otra vez, alcanzarán para evitar que mi compañera o compañero de ruta se crean con el derecho o la responsabilidad de decidir por mí el camino que seguir.

Un cuento algo kafkiano nos ayudará en este punto a reírnos de nosotros mismos.

Un hombre viaja en metro.

Está pensando en el trabajo que le espera en la oficina.
De repente alza la vista y le parece que otro hombre en el asiento de enfrente lo mira fijamente.

En su abstracción, ni siquiera nota que lo que ve es solamente su imagen reflejada en un espejo.

—¿De qué conozco a este tipo? —se pregunta al notar que su rostro le es familiar.

Vuelve a mirar y la imagen, como es obvio, le devuelve la sonrisa.

—Y él también me conoce —se dice en silencio.

Por más que intenta dejar de pensar en esa imagen de la cara familiar, no consigue alejarla de su mente.

El hombre llega a su destino y, antes de ponerse de pie para bajar del tren, saluda a su supuesto compañero de viaje con un gesto que, como no podía ser de otra manera, el otro devuelve inmediatamente.

En su trabajo, no puede dejar de preguntarse:

—¿De qué conozco yo a ese tipo?

Cómo le gustaría tener una fotografía de ese hombre para poder mostrársela a sus compañeros. Quizás alguno de ellos podría ayudarle a identificarlo...

Al finalizar su jornada decide caminar hasta casa para darse el tiempo de buscar en su memoria.

Una hora más tarde entra en su apartamento, todavía sin respuesta. Se ducha, cena, mira la televisión; pero no puede prestar atención.

—¿Dónde he visto a ese hombre? —se pregunta todavía al acostarse.

A la mañana siguiente se despierta con una sonrisa...

—Ya sé —dice en voz alta, sentándose de golpe en la cama y golpeándose la frente con la palma de su mano—. ¿Cómo no me di cuenta antes?

Ha resuelto el problema que lo tenía preocupado.

—¡Lo conozco de la peluquería...!

Si no empezamos por conocernos será imposible saber quiénes somos, reconocernos en nuestros actos y hacernos responsables de cada uno de ellos. Nunca sabremos con claridad cuál es el límite entre el adentro y el afuera.

Si es cierto que queremos conocernos, debemos aprender a mirarnos con valentía, decidiendo simplemente ser, aun a riesgo de perdernos por un rato.

Sólo así podremos lograr que sea nada más que lo interior lo que nos defina. Una tarea de por sí difícil, sobre todo si uno pretende afrontarla sin aislarse de los demás, sin renunciar a sus grupos de pertenencia social, familiar o laboral. Y que quede claro que esto no significa ignorar a los demás ni volverse sordo a sus opiniones, entre otras cosas porque sé que necesitamos de sus miradas para completar nuestra percepción de nosotros mismos, para ver todos esos aspectos que se ocultan en puntos ciegos a nuestra mirada; significa no condenarnos a andar por el mundo preguntando a los demás quiénes somos o cómo deberíamos ser.

¿No deberíamos anticipar lo social a lo individual?

Ahora, y aun a riesgo de ser acusado (una vez más) de individualista, sigo sosteniendo que al objetivo del bienestar común le vendría muy bien que cada uno empezara por ocuparse de su propio desarrollo, aunque sólo sea para ayudar de la forma más apropiada, justa y eficaz al prójimo.

Durante la semana el niño había perseguido literalmente al padre por toda la casa con su tablero de parchís debajo del brazo. Quería que el hombre se sentara con él a cumplir su promesa de jugar una partida para estrenar el nuevo tablero que le habían regalado para su cumpleaños.

—Ahora no puedo, Huguito —le había dicho el padre más de una vez—, tendremos que esperar al fin de semana...

Por eso el sábado, apenas se levantó, Hugo vio a su padre sentado en el escritorio, y corrió a su cuarto a buscar el tablero todavía sin estrenar.

—Hoy es fin de semana, ¿no, papi? —preguntó el pequeño.

—Sí, hijito —reconoció el padre—, pero ahora tengo que terminar un trabajo atrasado. Pídele a tu madre que juegue contigo...

—No, no —protestó la pulga de seis añitos—. Tú me prometiste...

—Es verdad. Pero en este momento tengo otras cosas más urgentes que atender...

—¿Y cuándo vas a terminar de atender esas cosas?

—Dentro de dos horas —dijo el padre exagerando, con la intención de desanimarlo.

—¡Buf!... —dijo el niño, y dándose la vuelta salió de la habitación.

La aguja grande había alcanzado a la pequeña justo cuando ésta llegaba al número 12, y eso, según le dijo su madre, significaba que habían pasado exactamente dos horas.

—¿Jugamos ahora, papi?

—No, hijo. Lo siento. Todavía no he terminado con mis cosas...

—Pero tú me dijiste dentro de dos horas... Eso es mentir.

—No seas así, Huguito, tengo trabajo pendiente.

El niño ya empezaba a dejar escapar un par de lágrimas, cuando su padre tuvo una idea. Cogió de su escritorio una revista que mostraba en la tapa un colorido mapa del mundo con división política.

—Mira, hijito, te voy a proponer un juego —le dijo, mien— tras arrancaba la hoja y buscaba en el cajón de su escritorio un par de tijeras.

El hombre hizo varios cortes, transformando la hoja en un montón de papeles de forma irregular.

—Esto es un rompecabezas... Un puzle, como lo llamas tú. El juego consiste en montar el mapa del mundo poniendo cada país en su sitio —dijo el padre—. Cuando termines de montar el mundo, jugaremos al parchís.

El padre sabía que, sin tener idea de cómo era el planisferio, el niño tardaría más de una hora en montarlo y que eso los llevaría hasta el almuerzo. Después de su siesta, quizá podría finalmente sentarse a jugar con su hijo, como le había prometido.

Otra vez resoplando, pero intuyendo que si no aceptaba esas condiciones no habría parchís, el jovencito cogió los papeles que su padre le daba y se fue a su cuarto.

Pasaron cinco minutos, quizá seis, cuando Huguito entró en la habitación con el mapa del mundo perfectamente montado.

Cada país en su sitio y toda la hoja pegada con cinta adhesiva.

—Ya está, papi. ¿Ahora vamos a jugar al parchís?

El padre sonrió, confuso.

—Pero ¿cómo lo has hecho? —preguntó examinando el perfecto resultado—. Si tú nunca has visto un mapa del mundo, ¿cómo lo has montado tan rápido?

—No, papi... Yo nunca había visto un mapa del mundo como éste... Cuando lo recortaste yo ví que en el otro lado de la hoja había una foto de un hombre. Entonces, al llegar a mi cuarto, di la vuelta a los papelitos y coloqué las partes del señor, una al lado de la otra. Fue fácil. Cuando terminé de acomodar al hombre, el mundo se acomodó solo.

Puede que sea una deformación profesional, pero después de tantos años estoy convencido de que solamente trabajando con los individuos será posible que se dé el cambio que queremos para el mundo.

Será por una deformación profesional, pero me pasa con demasiada frecuencia, tanto hablando con un paciente en mi consulta como contestando a las preguntas de un reportaje; sin darme cuenta, me sorprendo hablando de todos cuando yo sólo quería hablar de cada uno. Quizá sea la demostración de que no hay diferencia entre todos y cada uno.

Será por una deformación profesional, pero después de tantos años sigo creyendo que solamente sabiendo quiénes somos podremos empezar el trabajo de ser mejores para nosotros mismos y para la humanidad.
 
 
—Jorge Bucay—

EL ELEFANTE ENCADENADO

¿Y tú ya lo volviste a intentar?
 
 
—No puedo —le dije— ¡NO PUEDO!
—¿Seguro? —me preguntó el gordo.
—Sí, nada me gustaría más que poder sentarme frente a ella y decirle lo que siento… pero sé que no puedo.
El gordo se sentó a lo Buda en esos horribles sillones azules de consultorio, se sonrió, me miró a los ojos y bajando la voz (cosa que hacía cada vez que quería ser escuchado atentamente), me dijo:
—¿Me permites que te cuente algo?
Y mi silencio fue suficiente respuesta.
 
Jorge empezó a contar:
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
 
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
 
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a alguna tía por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: —Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
 
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
 
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía…
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
 
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree —pobre— que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
 
Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…
 
—Y así es, Demián. Todos somos un poco como ese elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
 
Vivimos creyendo que un montón de cosas «no podemos» simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez, probamos y no pudimos.
Hicimos, entonces, lo del elefante: grabamos en nuestro recuerdo:
NO PUEDO… NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ.
  
Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.
 
Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma:
¡NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ!
 
Jorge hizo una larga pausa; luego se acercó, se sentó en el suelo frente a mí y siguió:
Esto es lo que te pasa, Demián, vives condicionado por el recuerdo de que otro Demián, que ya no es, no pudo.
 
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón…

…TODO TU CORAZÓN.
 
 
—Jorge Bucay—

miércoles, 13 de abril de 2016

¡ALGO NOS ESTÁ PASANDO!

¿MAL DE ÉPOCA ? ALGUNOS SÍNTOMAS DE AQUÍ Y ALLÁ

01. Incumplimiento de compromisos personales asumidos: prometemos y nos olvidamos.

02. Faltar a la palabra empeñada, no por mala voluntad, sino por olvido.

03. Sensación de que el tiempo se acelera y nos va llevando sin control.

04. Rodeados de recursos de comunicación, vivir mas incomunicados con los afectos.

05. Fugacidad y funcionalidad en las relaciones: nos usamos y nos abandonamos.

06. Síntomas de un malestar difícil de definir y que genera expresiones de malhumor.

07. Intolerancia, reacciones, contestaciones bruscas, agresiones, malentendidos.

08. Según los estados de ánimos, atender o ignorar al otro, saludar o ningunear.

09. Encierros sistemáticos en el ámbito de la vida privada a los que no se accede sin anuncios.

10. Circulación agresiva por las calles de la ciudad: el otro (auto o peatón) me incomoda.

11. Falta de tolerancia al otro, a los otros: esperar, compartir, entender situaciones.

12. No contestar los mails, no devolver llamados, no aceptar ni proponer encuentros.

13. Clima de intolerancia y discusión ante opiniones diversas y pensamientos distintos.

14. Exigencia arbitraria de los propios derechos desconociendo los deberes.

15. Desconocimiento de los derechos de los demás: deben luchar para que se los respeten.

16. No asumir las responsabilidades privativas del propio rol o función (laboral, familiar, público).

17. Dificultades para armar conversaciones coherentes y argumentaciones pertinentes.

18. Ignorar y borrar a quienes han representado una ayuda importante en la propia vida.

19. Falta de memoria: lo dicho, lo prometido, lo comentado, lo acordado, lo adeudado.

20. Entusiasmos acelerados, desánimos veloces, olvido rápido: y en el medio, los otros.

21. Multiplicar excusa - en todas las edades – para no hacer lo que cada uno debe hacer.

22. Justificación personal y a medias de las propias debilidades y los propios errores.

23. Generoso y amplio para uno mismo, mezquino y legalista para los demás.

24. Convertir cualquier lugar social o de trabajo (función) en un lugar de poder.

25. Los únicos problemas que interesan y valen son los problemas propios, personales.

26. Nadie puede interponerse ante los propios planes, proyectos, intenciones.

27. Si alguien no está con nosotros es porque está con el enemigo.

28. Palabras, expresiones, gestos o actitudes generan una cadena de malentendidos.

29. Los bandos opuestos son irreconciliables y nunca tienen perdón o redención. 

30. Sensación de que se camina, se avanza, se corre pero no sabe hacia dónde y por qué.

No todos padecen TODO, pero todos padecemos ALGUNOS que se combinan entre sí y que se comprueba en reuniones, rostros, contestaciones, ausencias, trabajos, vida familiar o festejos. Por ejemplo: 10 – 14 – 25 – 18 – 26 – 21. Es un buen ejercicio ponerle NÚMEROS a lo que nos pasa…
 
 
—Jorge Eduardo Noro

miércoles, 6 de abril de 2016

ANTES DE CUALQUIER ETIQUETA

Han logrado atraparme, encerrarme dentro de una jaula, en una casa, en una ciudad, en un estado, en un país, bajo un gobierno y unas leyes. Encerrado entre las fronteras, atrapado quizá por mi propia respiración.

Me han amarrado con cadenas invisibles de creencias en necesidades: el dinero, el deseo de poseer; por la
terrible creencia de necesitar siempre más.

La soledad; excelente y fiel amiga y maestra, la cual no logro disfrutar plenamente por la creencia en la necesidad de alguien a mi lado para ser feliz.

La luz, el gas, el teléfono, el coche y todas aquellas cosas que creo que necesito, pero que en realidad son sólo medios para llegar a un
fin.

Desgraciadamente me he acostumbrado a todo esto por tantos años de depender, y no es fácil liberarse. Pero hoy comienzo el camino, el camino de aprender a no desear, a no depender, a no esperar nada de nadie, el camino de la libertad... pero, mientras
tanto, sigo atrapado, encadenado, marchito.
 
Antes que jugar cualquier papel en la sociedad y antes de cualquier etiqueta... Soy un ser humano, que siente, que llora, que ríe y que debe seguir buscándose a sí mismo.
 

—Dante Humberto Jorge Iván Odin Dupeyron—

martes, 22 de marzo de 2016

LA PAREJA:COSA DE DOS (NUEVA EMISIÓN)

Escucha LA PAREJA: COSA DE DOS de Christian Alberto Vargas #np en #SoundCloud https://soundcloud.com/christian-alberto-hdez-vargas/la-pareja-cosa-de-dos

lunes, 21 de marzo de 2016

ESCUCHA "ENVIDIA" POR SOUNDCLOUD

Escucha ENVIDIA de Christian Alberto Vargas #np en #SoundCloud https://soundcloud.com/christian-alberto-hdez-vargas/envidia

viernes, 18 de marzo de 2016

UN SALTO A OTRO NIVEL

Escucha PRESENTACIÓN DE CONCIENCIA SOCIAL CÓRDOBA de Christian Alberto Vargas #np en #SoundCloud https://soundcloud.com/christian-alberto-hdez-vargas/presentaci-n-de-conciencia

DILEMAS, ENCRUCIJADAS, PERPLEJIDADES, RESPONSABILIDAD

Cuando tomo una decisión por mi cuenta, instintivamente quiero demostrar que he escogido bien, y me encargo de que así lo muestren los resultados de la elección.
 
 
Al comprometer mi responsabilidad personal en una decisión concreta, movilizo todos mis recursos para salir al encuentro del desafío y ganar en la contienda. Esa es la gran contribución que el tomar decisiones hace a nuestra vida: el hacer valer todo lo que llevamos dentro, el dar vida a todo nuestro ser, que está hecho para conocer, querer y decidir.
 
 
Si evito decisiones  y huyo responsabilidades, me condeno a vivir en un rincón, encogido y marchito.
 
 
Para desarrollar al máximo mis facultades tengo que encontrarme con dilemas, encrucijadas, perplejidades, responsabildad. Eso me hace saltar a la vida, desplegar mis fuerzas, encontrarme a mí mismo.

No quiero excusas por mis equivocaciones ni escapatorias ante mis fracasos..., que es precisamente la manera de reducir al mínimo las equivocaciones y los fracasos. Quiero tomar yo mis decisiones y vivir yo mi vida. Mejor o peor, es la única vida que puedo vivir.

Un religioso me confió hace años su ideal.
<Para mí la obediencia>, me dijo, <consiste en no proponer nada y no rehusar nada. Así vivo tranquilo>.
Tranquilidad de la inercia, no de la vida. Y sin vida no hay ser racional y no hay gloria de Dios.

Una piedra puede dar gloria a Dios quedándose como está, pues para eso está hecha. Un ser humano, no. Hay que tener la valentía de proponer y la humildad de rehusar. Hay que saber tomar la iniciativa, dar un paso al frente, saltar a la brecha. Sin voluntarios no se ganan batallas.

El entendimiento y la voluntad son las facultades que hacen al hombre, y ambas culminan en el supremo acto de decidirse, determinar y escoger, preparado por el entendimiento y llevado a cabo por la voluntad. La ofrenda de estas dos facultades señeras a Dios no consiste en paralizarlas, sino en utilizarlas lo más y lo mejor posible en respuesta a sus llamadas a través de los mensajes de la obediencia y las vicisitudes de la vida.

El ser vivo no da gloria a Dios parando de respirar, sino respirando a fondo. Las decisiones son los pulmones del alma.
 
 
—Carlos G. Vallés—

EL SUFRIMIENTO SEGÚN BUDA

Buda decía una y otra vez: “Solo enseño el sufrimiento y como transformarlo”.  

El sufrimiento es el medio que Buda utilizó para liberarse y es también el medio por el cual podemos liberarnos.

No hay que esperar hasta no tener nada de sufrimiento para tratar de ser feliz. Cuando un árbol del jardín se enferma debes cuidarlo, pero no pases por alto los árboles sanos.

>Si alguna vez experimentaste el hambre, sabes que un plato de comida es un milagro.

>Si sufriste frío conoces el valor del calor.

>Si has sufrido sabes como apreciar los paradisíacos elementos que están presentes.

>Si sólo te fijas en tu sufrimiento perderás el paraíso.

No ignores tu sufrimiento, pero no te olvides de disfrutar de las maravillas de la vida, en beneficio tuyo y en el de todos los seres. (-Es necesario conocer la oscuridad para apreciar la luz- - Es el contraste lo que hace interesante a la vida-).

Sin sufrimiento: no puedes crecer, no puedes alcanzar la paz y la alegría que mereces. No debes huir del sufrimiento. Abrázalo y aprécialo.

Con comprensión y compasión serás capaz de curar las heridas de tu corazón y las del mundo. Buda llamo al sufrimiento la Santa Verdad, porque nuestro sufrimiento tiene la capacidad de mostrarnos la senda de la liberación. Abraza tu sufrimiento y deja que te revele el camino hacia la Paz.

HÁBITOS DE LA GENTE EFECTIVA

· El hábito de la proactividad nos da la libertad para poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del
medio ambiente. Nos faculta para responder (responsabilidad) de acuerdo con nuestros principios y valores.
Ésta es la cualidad esencial que nos distingue de los demás miembros del reino animal. En esencia, es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.

· Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es
significativo en nuestras vidas. Después de todo, para un velero sin puerto cualquier viento es bueno.
 
· Poner primero lo primero nos permite liberarnos de la tiranía de lo urgente para dedicar tiempo a las
actividades que verdaderamente dan sentido a nuestras vidas. Es la disciplina de llevar a cabo lo importante, lo cual nos permite convertir en realidad la visión que forjamos en el hábito 2.

· Pensar en ganar/ganar nos permite desarrollar una mentalidad de abundancia material y espiritual, pues
nos cuestiona la premisa de que la vida es un «juego de suma cero» donde para que yo gane alguien tiene que perder. Cuando establecemos el balance entre nuestros objetivos y los objetivos de los demás podemos lograr el bien común. Cuando nuestra determinación se balancea con la consideración para
con los demás, estamos sentando las bases para la convivencia y la equidad entre los seres humanos.

· Buscar comprender primero y después ser comprendido es la esencia del respeto a los demás. La necesidad que tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los seres
humanos. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo ganar/ganar.

· Sinergizar es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas
divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro de trabajo en equipo y la
innovación son el resultado de este hábito.

· Afilar la sierra es usar la capacidad que tenemos para renovar nos física, mental y espiritualmente. Es lo
que nos permite establecer un balance entre todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser
efectivos en los diferentes papeles (roles) que desempeñamos en nuestras vidas.
   
   
Las personas con hábitos de efectividad son las piedras angulares para formar organizaciones altamente efectivas. Es por esta razón que el desarrollo de estos hábitos en el nivel personal constituye la base para la efectividad organizacional.
 
 
Estas características son, sin duda alguna, los atributos necesarios para que las organizaciones humanas sean exitosas en el siglo XXI. Comencemos la tarea.
 
 
—TOM MORELL—