EL PODER DE LAS PALABRAS EN LOS HIJOS

Las palabras son muy poderosas y tienen gran influencia en los seres humanos a cualquier edad, pero los niños y adolescentes son más perceptivos a las palabras que escuchan de los demás, sobretodo de las palabras que dicen sus propios padres.

En el caso de los niños, ellos absorben las palabras como una esponja que aprende todo lo de su alrededor, además de que siempre están atentos a escuchar toda clase de comentarios. De acuerdo con Soy Mamá lo que escucha forma su carácter y actitud.
Todo padre ama a sus hijos, pero aunque ya se sobre entienda que ya hay un amor hacia ellos, no se deben dejar a un lado las palaras, por lo tanto es indispensable decirles siempre un “Te Quiero”, “Te amo”, “Me haces muy feliz”.

La Mente Maravillosa resalta la importancia de señalarles a los niños cuando han hecho algo bien. Con esto los pequeños aprenden a reconocerse y aumentan su seguridad. Incentiva las capacidades y virtudes que los hacen únicos.

Ahora, algunas frases que no deben faltar en tu vocabulario para cuando hables con tus hijos:

— “Te quiero”, “te amo” o cosas por el estilo (Evita los adjetivos calificativos o los apodos, aunque te parezca que se los dices de cariño). Éste reconocimiento los ayudará en momentos difíciles. Ayudas a que ellos le den sentido a su vida, se sientan protegidos y apreciados.

— Mira lo que has conseguido, vas muy bien. Frases de éste tipo lo exhortan a seguir trabajando e algo hasta lograr el éxito. Fomentas la perseverancia en ellos y los ayudas a querer mejorar cada día.

— No opino lo mismo que tú, pero me gusta que me lo digas, ¿qué piensas de esto? Las frases que dan apertura al diálogo ayudan a crear lazos afectivos y mejor comunicación. Enséñale cosas nuevas, pero aprende a escuchar sus opiniones.

— Eres bueno en esto, me gusta cómo eres cuando... La identidad es importante para ellos, por eso es bueno que vayan conociéndose a sí mismos y sepan para qué cosas son buenos y qué aspectos deben mejorar.

— Sé que puedo confiar en ti. La responsabilidad es importante, por eso el niño o niña debe tener tareas y saber que debe cumplirlas al pie de la letra. El sentido de responsabilidad ayuda a su madurez. Dale tareas de acuerdo a su edad y aumenta la complejidad de forma gradual.

— Me haces muy feliz. En ocasiones éste tipo de comentarios llegan cuando alguien tiene un logro. Pero lo ideal es no esperar a que ellos tengan un éxito. Díselo a tus hijos aunque no haya triunfo alguno de por medio. Les agradará saberlo.

— Todos los días doy gracias por ti. El portal Familias recomienda que, si tienes alguna afiliación religiosa, demuestres agradecimiento por tus hijos en frente de ellos. Que te escuchen orar por su bienestar, especialmente en momentos de crisis.

Fuente: ideasqueayudan.com